viernes, 24 de febrero de 2012

Verde kaki


Esta es la historia de un pantalón cargo que salió en Esquire y no era en una editorial de moda. De un pantalón que compré en un bazar chino, en el barrio de Carabanchel, por 2,50 euros una fría y soleada mañana de enero. Nada podía imaginar el pobre pantalón de lo que le esperaba al llegar a la sede de la calle Almirante.


Y lo que le esperaba eran unas tijeras, un cuter, una carpeta vieja de plástico, un bote de spray y un frasquito de tippex.

Esperaba tranquilo y ajeno a lo que ocurría en la mesa del diseñador, afanado este en diseñar y cortar la plantilla para la apertura del reportaje sobre actores y servicios militares varios.


Y entonces llegó la hora de la verdad y las tijeras hicieron su trabajo. Sorprendido y amputado,  el protagonista de esta historia observaba desde mi silla como procedíamos a pintar la plantilla sobre la tela de su pernera. Para eso usamos un spray blanco para reparar carrocería.


Y cual fue su sorpresa, y la mía, cuando la pintura no se quedó donde se tenía que quedar. Y entonces pasamos al plan B, que tampoco le hizo mucha gracia, ya que necesitamos cortarle la otra pernera.


Y ese plan B resultó ser mucho mas satisfactorio y mucho mas lento de hacer, y con un resultado sorprendente (esta vez con tipp-ex)



Yo creo que en ese momento el pantalón se quedó mucho mas tranquilo, viendo que su desgracia había servido para una bella causa.


Y esta es la historia de un cargo kaki que podía haber vivido una vida "tranquila" en el armario de una chata de Carabanchel pero que se  convirtió en la estrella de la página 138 del número de febrero de Esquire España.